miércoles, 24 de octubre de 2012

x

querido mundo, estoy confuso por la inquietante direccion de mi cerebro
estoy cansado
no quiero seguir tomando ninguna decisión
si pudiera hubiera elegido lo imposible
no nacer, no ser
cansado de tener que enfrentarme al tiempo y a la muerte
cansado de no reconocerme en nada
imposibilidad de poner mi voluntad en ninguna de las cosas
cansado de estar cansado
abatido
depresivo
triste
nada importa nada

yo no eligo
yo no dedido
ni sobre mi muerte
esclavo de una biologia, de unas circunstancias,de las voluntades que se proyectan en mi
soy un mal sueño del que quiero despertar

dudas dudas dudas dudas dudas dudas
dolor

es hora de formar parte de todas las cosas
es hora de morir

marcos, el profeta de la nada

"¿que hacemos?
no me importa nada
solo estar
puedes matarme, liquidarme, no importa
tengo el sindrome de peter pan
tengo 57 años, tu tienes 25, yo sigo igual
no puedo tomar una decision
nada hay dentro de mi que me hable con la fuerza suficiente como para desearlo
no hay mañana.

por aquel entonces estabamos todo el dia en el acido, despues llego la heroina.
¿que esperas?
¿estas agusto?
¿quieres algo mas?
i don´t care.
es crudo esto que te voy a decir
tengo dos hijas, no me importa, es lo mismo que esto ahora, un instante agradable, pasajero, sin trascendencia
no se que hacer
no importa
no tengo ni idea de nada
no se expresarme
¿como es tu vida?

a las 9 aksdfjp nbioc fiiuuuuuu sndfusoindfiuansefnalsdnvpvapsdfueof
asefoianroufnaopewifoa
hasta las 12.
luego tranquilidad
no te preocupes

no hay mañana"

los borrachos decadentes del parque me hacen llorar, no somos tan distintos

lunes, 22 de octubre de 2012

miedo

a veces tengo miedo de lo frágil que es la línea que separa la estabilidad del horror que hay en la sangre. voy creciendo y regando mis raíces con la lluvia del tiempo, y siento que otros sentimientos anidan sobre la tierra que ayer era tan árida, que el calor de otros paisajes me rodea la carne. pero tengo tanto miedo a que mis monstruos salgan disparados como misiles atravesando mi vida, tengo miedo a que todo esto acabe, tengo miedo al mismo miedo, al cambio brusco de ciclo, a la muerte en vida, y me proyecto sobre una pantalla en la cual yo misma me desmenuzo y me doy de comer a mis bestias. sé que no puedo permanecer siempre en el temor, que la vida está allá afuera y que tengo que salir para volar, llevarme bien con mis monstruos y aprender a dejar atrás el miedo a mí misma. y ya, con cada amanecer, algo de miedo muere, un poco de yo y de todos, y respiro un aire más puro. además, ya es otoño, y algo de lluvia y frío y sol entre las nubes.

jueves, 11 de octubre de 2012


qué absurdo seguir viviendo entre los demás cuando el dolor se convierte en una carga para ellos. ya sé que tengo que irme de ahí, que nadie puede profanar mi sufrimiento, que tengo que volar lejos para no pudrirme. siento que estoy creciendo. la vida me golpea desde fuera y yo sangro, pero no me importa, porque debo alimentarme de esto para madurar. tú no sabes lo que me haces llorar, no sabes lo que me haces morir. tú no sabes que algo me ha pasado de repente, que yo quise estar por fuera de todo pero acabé dentro, sola y llorando porque desde fuera me tirabas misiles junto a los demás para destruirme. yo me he consumido y otra flor crece entre mis manos ahora. puedo entenderlo todo y no me asusta ser en ti, en mí y en lo demás. mis calendarios seguirán desgarrando a jirones mi piel, junto al tiempo que descargará a diario su remedio. mis ojos ya no agonizan, aunque están cansados después de visionar Todo, pero al menos pueden cerrarse sin ahogarse en un charco. quizás haya encontrado mi camino y haya entendido mi fusión con el tuyo, con el de los demás. alguien me iba a tomar de la mano e íbamos a cambiar esta realidad. alguien me tomará de la mano y cambiaremos esta realidad.

estoy enferma, en esa cima donde se alcanza lo Absoluto. más allá de esto, sé que me espera la calma. hoy la Muerte se ha vuelto a presentar. cada vez es más raquítica y ridícula su presencia. la única respuesta se halla en un cuchillo, y lo único que puedo hacer es esperar haciendo crucigramas, o arrojarme a mis propios llantos en busca de un arma suicida. porque los brazos ajenos nunca se abren lo suficiente para cargar con todo lo que eres cuando te inflas en el momento Crítico.

llevo días con la mente perforada, con ideas purulentas escapando por el tamiz de este desgarro que tengo en mi alma. quisiera encontrar una solución, pero sé que la única que hay es aceptar que no hay solución alguna, asumir mi derrota y volver al punto inicial. estaré bien. vivo en medio de ciclos caníbales. me arrancan la carne, el dolor, ahora la muerte, ahora tú, ahora ellos, ahora yo, ahora nadie, y vuelta a la normalidad. le importo un pimiento a los demás, pero aguardo la calma, que sé que llegará. 

puedo decir que hoy he vuelto a morir para volver a encontrarme, pero que ahora ya sé qué soy.

estoy agotada psíquicamente. creo que voy a dormir una eternidad...no, mierda, me quedan solo 7 horas para madrugar e ir a clase. buenas noches.

sábado, 6 de octubre de 2012

mortadela en mal estado


hablar de mí es tan patético como algo que vuelve una y otra vez a lo mismo. el retorno y el drama. la innecesaria institucionalización de todo lo que hay alrededor mío se ha convertido en un malestar crónico. todo son máscaras imbuidas en rostros arrugados con fechas de caducidad que siguen un patrón que siempre siguieron, pero que ahora visualizo a través de otra máscara menos lasciva. de algún modo, me vuelvo a sentir extremadamente enferma. el dolor no se limita a un tratamiento medicamentoso ni a unas pautas tipificadas en un manual. siempre hay algo más que el ser humano tiende a limitar a través de definiciones abstractas y que a mí me laceran como un punzante chillido de bebé. ya sé lo que tengo dentro de mí, nadie me quitará jamás esto, aunque los valores y normas sociales intenten aplacar lo que uno es a través de los senderos que traza. me amoldo a las causalidades y espero los efectos con sorpresa, aún sabiendo que se trata de algo que se repite a la saciedad: la muerte tiene diferentes procesos dentro de mí. yo muero muchas muertes en un día. yo vivo muchas muertes en un día. 

el amor y el egoísmo siempre estuvieron unidos por un cordón umbilical, hasta que una noche decidí cortarlo, y aún mis manos siguen manchadas de sangre color marrón oscuro, putrefacción y agua estancada. espero algo que puede que nunca llegue, pero lo espero. en la espera muero y en la misma espera resucito. a través de lo que siento me muevo, y precisamente por ello tengo ahora estas arcadas: nadie jamás me supo querer, o yo no fui capaz nunca de saber lo que es querer porque tuve miedo a que me maten, como alguien antes lo había hecho. eso, o la mortadela que compré antes en la tienda de alimentación a las 00:34 de la madrugada, estaba caducada, lo cual era de esperar observando las condiciones en las cuales adquirí tal veneno, empujada por el hambre, aún habiendo visto que la cadena de congelado se había saltado los protocolos mínimos de seguridad. la desesperación ha sido en este caso el arma homicida. he vomitado antes y tengo miedo de volver a hacerlo. tengo verdaderamente muchas náuseas, y lo único que puedo hacer es tomar manzanilla. quizá sea mejor dormir, aunque me esté muriendo física, psíquica y metafóricamente hoy.

viernes, 5 de octubre de 2012


unas mariposas de niebla y carmín
forman una constelación en el cielo.
baten sus alas al unísono.
una estrella muere, pero otra nace.
no puedo pretender no ser un poco ellas:
un tanto de muerte, un tanto de resurrección,
sé que eso mismo soy yo,
y no me importa ser parte de este devenir.

miércoles, 3 de octubre de 2012

hoy he estado muy triste. me he levantado triste, planeando mi suicidio. he llorado un poco cuando vi el atardecer. la belleza de fuera se consumía ante mis ojos encharcados de vacío. me he mirado al espejo y tuve que escapar. no encontré sentido a mi existencia. la nada me inundó. la carga de ser lo que soy creció en mi pecho y explotó. ahora mismo me siento feliz. he comido espaguettis con jamón y ante esta razón que me ha devuelto mi bienestar psíquico uno se puede inclinar y escupir por ser tan intrascendente, pero yo puedo decir, que al saborear el paraíso he comprendido que siempre habrá una mano para sacarme de mi propio infierno. ellos no entenderán lo que es tener el horror en la sangre, el peso del destino, el cambio de humor drástico, la euforia y la tragedia, la mente bullendo y en medio, una estabilidad extremadamente frágil. pero me consuela saber que tampoco entenderán lo que es masticar deprisa a media noche y llenarse el ser de comida, viendo irse a la tristeza lejos, quedando esta sustituida por una sensación de placer orgásmico. no hay soledad aquí, tampoco dramas. la muerte y el hambre fueron lo mismo. ahora estoy bien. mañana será otro día. vuelvo a sentirme cómoda en la vida. la nada sigue aquí, pero puede que se marche mañana. y al menos ya no estoy tan vacía, he comido dos platos enteros de espaguettis con pan. me siento bien.

lunes, 1 de octubre de 2012

Me llamo Silvia.


Estos estados mentales que experimento son una bendición. La puerta se abre y yo paso. No veo qué hay más allá, pero es el único lugar donde jamás tengo miedo de lo que pueda encontrar. Y entonces, me doy cuenta de que aquí soy libre. Me siento y lloro, si es día de llanto. Me siento y duermo, si es día de sueño. Luego me levanto y vuelvo a atravesar la puerta. El otoño sigue. Yo te doy la mano, tú me das la tuya y caminamos juntos. El día es soleado, o nublado, o una intermitencia meteorológica que nos irrita. No espero nada. Mañana o quizás nunca la puerta se abrirá, y me sentaré de nuevo sola a plantar semillas, si es día de cultivar. Me sentaré y reiré, si es día de reír. Me sentaré y esperaré la nada, si es día de morir. Luego me levantaré y volveré aquí. Extenderé mi mano y tocaré la tuya. El otoño habrá pasado, o quizás no. Lloverá sobre nosotros, o quizás no. No querré volver, o quizás sí. Siempre podré volver a ese lugar, porque las puertas siempre permanecerán abiertas. El otoño sigue. Abro mis brazos y me atraviesa el mundo. También estoy bien aquí, a este lado de la puerta donde estoy entre los demás. Yo te doy mi mano y tú me das la tuya. Ya pasará el otoño.